Fotos: impressiveinteriordesign.com, westwing.es, decofilia.com.
El estilo árabe o marroquí es todo lo opuesto a muchas tendencias importantes que nos han marcado en Occidente (y, especialmente, en Europa) durante las últimas décadas.
Contraria al austero uso de materiales del estilo industrial, enfrentada a la limpieza y sencillez de formas del estilo nórdico, rebelada contra la contención del minimalismo…
El mundo árabe es, más bien al contrario, un festival de materiales, texturas y colores, recargados y opulentos, exóticos y románticos.
En este estilo encontrarás una cantidad infinita de estímulos visuales en cada estancia, empezando por sus alfombras con recargadas formas geométricas que te permitirían perderte en ellas durante horas.
La fantasía y el misticismo de la decoración árabe aboga por no poner límites en el lujo empleado, mediante el uso de metales opulentos, caras sedas y textiles, y objetos decorativos que pueden convertir una estancia pequeña y modesta en un lugar exuberante sin igual.
Es por ello que no se trata de un estilo apto para todos los gustos ni bolsillos. Y quizá su producto resulte recargado y excesivo para el día a día. Pero puede ser muy interesante para dotar de una gran personalidad a una estancia concreta en una casa de segunda residencia, lugar de vacaciones, etc.
Ojo: existe una variedad más fácil de integrar en cualquier casa moderna y sin caer en los excesos, denominada marroquí chic o noretnic, que satisfará tus ganas de incluir elementos étnicos y auténticos y fusionarlos con la contención occidental a la que estamos más acostumbrados.
Todo depende de cómo combines los distintos elementos con la pintura de tus paredes y techos, de la distribución de tu mobiliario y la proporción de elementos exóticos… ¡Tú eliges!
La influencia histórica del estilo árabe
El islam y sus pasajes son la fuente de inspiración absoluta de este estilo decorativo, fundiendo y evolucionando a lo largo de los siglos detalles provenientes de las culturas que rodeaban la región del Mediterráneo, especialmente en el norte de África.
Se pueden encontrar detalles que nos recuerden a las culturas griega, italiana, española, y francesa en sus rasgos, dentro de un mix exótico y alegre de todas ellas.
Todos hemos conocido y disfrutado de los acentos turcos y marroquíes depositados en la ambientación de multitud de películas en cine y televisión.
Y gracias a ese impacto cultural, podemos también distinguir entre una corriente más rústica y sencilla, al estilo de los beduinos y las clases sociales más modestas, y otra corriente en la que el lujo no conoce límites, que nos recordaría inmediatamente a las Mil y una noches, o al fastuoso y genial exceso continuo de Aladdín:
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Colores intensos, variados, brillantes…
¿Recuerdas la variedad cromática de un bazar o una tienda de especias? Exacto: es infinita.
Así funciona la gama cromática del estilo árabe, sin fin alguno y con algunos matices estelares por encima de otros: los dorados, rojos, naranjas… triunfan en paredes y mobiliario. También colores fríos como el verde y el azul encuentran su lugar, siempre armados de brillo, en otros objetos o en forma de incrustaciones preciosas.
Eso sí, si vas a integrarlos en ambientes más neutros, elige bien la gama y crea composiciones consonantes que no chirríen en exceso.
Los arcos árabes
Para crear accesos entre unas estancias y otras, un arco de herradura, apuntado, lobulado, o cualquier composición de fantasía te servirá para destacar ese espíritu marroquí que te traslade directamente a una mezquita.
Y no hace falta que lo lleves directamente a los marcos de las puertas. También puedes aplicar esta atractiva y sugerente forma a cabeceros de cama, por ejemplo.
Materiales: de la madera al azulejo, pasando por los metales y los textiles
Al igual que con los colores, la riqueza también se traslada al uso y la variedad de materiales. Encontrarás vidrieras de metal y cristal de todo tipo y color; muebles de madera oscura (especialmente si es antigua y/o tallada a mano), baldosas y azulejos en muchas paredes (sobre todo en baños), y tejidos suaves y multicolor en cojines, mantas, colchas y alfombras.
A baja altura: alfombras, pufs, sofás…
La vida doméstica en el islam se hace a ras de suelo: por eso es tan importante contar con una buena alfombra árabe.
En otro episodio de esta serie “decoración por países”, el dedicado a África, te contábamos los distintos tipos de alfombra que existían en sus diferentes regiones, para que aprendieses a distinguir unas de otras por sus formas, colores, motivos y acabados.
Los pufs marroquíes u otomanos también son un complemento perfecto para darle este toque árabe a tus rincones, a lo que contribuirán sin duda sus grabados étnicos y sus materiales como el cuero en piel de camello o de vacuno.
En tus suelos, no olvides plantearte la instalación de suelos de mármol, o de cerámica / baldosa hidráulica, con mosaicos de cemento pigmentado tanto para uso interior como exterior de tus habitaciones, terrazas, patios y jardines.
Juegos de té, mesas y bandejas de plata labrada, farolillos de forja…
Su presencia imponente eleva cualquier cita para tomar té moruno a una experiencia de película. Encontrarás en sus dibujos referencias a los puntos cardinales y a la vegetación.
Y dotarán a tus estancias de un referente lujoso y acogedor que invita a sentarse en torno a estos elementos para disfrutar de una buena conversación entre amigos.
Iluminación suave y siempre filtrada por lámparas repujadas
Juega con la instalación de diferentes accesorios y apliques de luz para focalizar la atención en uno o varios puntos de cada estancia. Pero, sobre todo, hazte con accesorios de iluminación como estas lámparas de cobre y chapa, que puedes colgar cubiertas con formas y cristales de diferentes colores, y que generarán un espectáculo visual capaz de darle otra dimensión a la misma habitación, a través de un mosaico de luces y sombras.
En definitiva, el estilo decorativo árabe o marroquí es una apuesta fuerte pero segura por una estancia o un hogar más exótico, acogedor y capaz de convertirse en un refugio del mundanal ruido y el exceso de tecnología que nos abruma en estos días.
¿Te gustaría probarlo en alguna de tus estancias para generar tu propio cobijo de lujo, al estilo de un relajante hammam o baño árabe, propio de Aladdín y Jasmine?
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